El impostor

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Augusta Emérita

Emérita Augusta es viaje obligado para quién desee rememorar a través de sus importantes y bien conservadas ruinas el esplendor del imperio romano en nuestro país.

Son magníficas sus grandes infraestructuras, el puente y los acueductos, y también las ruinas de sus grandes edificios públicos: el templo de Diana, el circo y el anfiteatro. Es imprescindible, ante todo, la visita al teatro, perfectamente conservado y dónde las noches de verano se puede disfrutar, previa reserva, de representaciones de los autores clásicos.

El mismo ambiente de antigüedad que nos acompaña en la visita de las ruinas nos envuelve también en el museo de arte romano [imagen superior], cuya nave principal de arcos de medio punto conforma una poderosa escenografía que compite en grandeza con las ruinas antes visitadas… Una poderosa sucesión de arcos… ¿romanos?

¿A que época pertenece realmente este edificio?
¿Es presente o pasado?
¿Moderno o antiguo?

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Arquitectura y Modernidad

“Los templos griegos, las basílicas romanas y las catedrales medievales son significativas para nosotros como creaciones de toda una época, …estos edificios son impersonales por naturaleza, son la pura expresión de su tiempo, su verdadero sentido es que son símbolos de su época”

Pronto cumplirá cien años el artículo sobre “Arquitectura y Modernidad” donde Mies Van der Rohe proclamaba que la ARQUITECTURA [para él siempre con mayúsculas] necesariamente debería estar basada sobre su propio tiempo. “Es imposible ir hacia delante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar”.

En dicho artículo Mies llega a escribir expresamente que “Es inútil escoger el uso de formas del pasado en nuestra arquitectura” y que ”Incluso el más fuerte talento artístico fracasará en este intento”.

¿Es obligación de la arquitectura expresar el espíritu de su época?
¿Nos engaña Moneo haciendo pasar su arquitectura por lo que no es?

3
El impostor

“Nam qui in scaenam prouenit, nouo modo nouom aliquid inuentum adferre addecet; si id facere nequeat, det locum illi qui queat”

Habrán sido numerosas las representaciones del “Pséudolo” o “El impostor” [191 a.C.] de Tito Maccio Plauto en el teatro de Mérida. Y tantas otras veces el público habrá escuchado en latín o en castellano la cita con que finaliza el acto primero y que encabeza este título: “Quién se presenta en escena debe ofrecer alguna novedad y en un estilo nuevo; si no puede hacerlo que ceda el sitio a quien pueda”. Una cita con más de dos milenios de historia, donde Plauto se muestra consciente de que su técnica teatral es innovadora, y también seguro de su éxito frente a otros autores de la época.

Si ya hace dos mil años un dramaturgo romano exigía y era consciente de la necesidad de un estilo nuevo, si el mismísimo Mies Van der Rohe auguraba el fracaso para quién no lo persiguiese, ¿por qué utiliza Moneo uno antiguo en su Museo de Arte Romano?.

No me cabe duda de que, como Plauto, Moneo también perseguía el éxito de su obra, tampoco dudo de su habilidad y conocimento como arquitecto pero me vuelvo a preguntar…

¿Es falsa esta arquitectura?.
¿Acaso es él, como Pséudolo, un impostor?  

Continuará…

 

 

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