Pasillos. Parte I.
Inicio con éste una serie de cuatro artículos dedicados al pasillo, una pieza muy pequeña dentro de nuestras viviendas pero, como veremos, con una incidencia muy grande en nuestro modo de habitar.
Los dos primeros artículos describirán las características de las arquitecturas con y sin pasillo; el tercer artículo complementa los dos anteriores y trata sobre arquitectura y relaciones humanas; el último de los artículos, que describe la reforma del pasillo de nuestra vivienda, podría considerarse un ejemplo práctico de lo expuesto en los tres anteriores.
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Arquitecturas sin Pasillo.
Podemos definir pasillo o corredor, como aquella pieza estrecha en el interior de una construcción que pone en comunicación unas habitaciones con otras.
Acostumbrados a la presencia del pasillo, a día de hoy parece incuestionable la utilidad y necesidad de este elemento que nos traslada rápidamente hacia cada una de las estancias de nuestras viviendas. En este breve artículo veremos que existen ejemplos brillantes de arquitectura doméstica sin pasillo.
Fig. 01. Villa Foscari, “La Malcontenta”, Andrea Palladio, 1560. Planta.
Si nos fijamos en la distribución de la planta de la Villa Foscari, [Palladio 1560, Fig. 01], podremos constatar la total ausencia de pasillos de comunicación. El movimiento a través de la planta de la vivienda se produce a través de las distintas estancias que, a tal efecto, disponen de puertas que se abren a cada una de las habitaciones contiguas con las que se comunican.
Podríamos describir esta configuración de la planta como una matriz de espacios en la que existen siempre varias rutas alternativas para llegar a cada estancia. Este tipo de distribución favorece la relación entre los habitantes de la vivienda por varios motivos:
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En primer lugar resulta obvio que las posibilidades de que se produzcan encuentros casuales entre los habitantes de la vivienda se multiplican en una distribución de este tipo, simplemente porque las zonas de estancia y circulación son coincidentes.
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En segundo lugar porque los encuentros [casuales o buscados] que se produzcan sucederán siempre en espacios vivideros y de calidad.
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Por último porque esta interconexión espacial posibilita que desde cada estancia se pueda adivinar o incluso participar de aquello que esté sucediendo en las estancias contiguas.
Fig. 02. Villa Foscari, “La Malcontenta”, Andrea Palladio, 1560. Vista.
Otra consecuencia es que la percepción del espacio de la vivienda es más rica y compleja pues aumentan los posibles puntos de vista y las perspectivas del observador en su recorrido a través de los diferentes espacios.
Fig. 03. Villa Foscari, “La Malcontenta”, Andrea Palladio, 1560. Vista.
Os espero en el siguiente artículo para hablar de las viviendas con pasillo. Au revoir!
A casa onde me criei non tiña máis que un pequeno pasillo situado na entrada da vivenda que levaba ao hall principal —seguindo recto— ou á cociña que estaba á dereita (á esquera había un baño e unha pequena adega)
A cociña comunicábase co comedor e este co hall.
O curioso é que para chegar ao hall case nunca se usaba o traxecto máis curto —cruzar directamente o pasillo—, senon que entrabamos pola cociña, pasando polo comedor para sair finalmente ao hall.
Isto facía da cociña o punto de encontro máis importante da casa e un dos meus recordos máis bonitos dela.
Tento imaxinala sen esta distribución que permite a transición entre espazos e se me volve moito máis escura.
De nenos, prestamos máis atención ás cuestións espaciais e de relación….da cociña, ¡Que te podo contar que ti non sepas!
La casa como matriz de espacios…. y que gran ejemplo La Malcontenta! Pero no perdamos de vista que en una matriz filas y columnas, suponen una alineacion mas radical si cabe que el pasillo intestinal de la vivienda burguesa que busca ocupar el fondo de la parcela. Radical aunque sutil, es la propuesta de Palladio, que se ve que también le interesaban los pasillos con centro como en La Rotonda! Un pasillo con centro es la reafirmacion del concepto de “espacio para circular” a la vez que lo convierte en centro de gravedad de la vivienda y su espacio fundamental. Con una cupula parece preparado para estar… pero es un tremendo pasillo! Grandes ejemplos da Palladio, difícil también como patrón de medida. El pasillo como metáfora de la acción de andar, de caminar… como si lo importante fuese el destino y no el viaje! El estar (estatico) en la arquitectura siempre ha tenido mejor prensa que caminar, y aobre esto habria mucho que discutir
Me imagino a los antiguos habitantes de estas villas conversando mientras atravesaban sucesivamente una y otra habitacion. (Y a los de ahora igual pero hablando por el “telefonino”). El encanto de la vivienda está en el movimiento.